Sin duda un histórico triunfo de la izquierda en las pasadas elecciones del año 2018, un presidente lleno de anhelos y ávido de cambios, cambios que no a todos gustan, pero que sin duda son necesarios para transformar situaciones tan complejas como las que nuestro bello México ha atravesado a lo largo de los años.

El país que fue entregado a López Obrador, fue un país hundido en la desigualdad social, con una creciente inseguridad, roto por trágicos acontecimientos como las desapariciones forzadas, feminicidios, narcotráfico y una ola creciente de problemas sociales que de no contenerlos el futuro no era tan alentador.

En este sentido los retos y las circunstancias eran tan diversos que no había más opción que tomar el toro por los cuernos y poner en la práctica todo que en años de experiencia y el conocimiento territorial de nuestro país, habían dejado en él, con ello la población con mayor vulnerabilidad lo situó como la Esperanza de México.

Transcurridos los años estos cambios fueron dándose uno a uno, muchos aciertos, pero algunas deficiencias, claro no podría ser posible comandar este enorme barco sin dejar pendientes, de ninguna manera es fácil, la dedicación y el esfuerzo de la clase política, aquella que si lo hace por vocación a menudo es criticada y desafiada, pero nunca ayudada.

Ahora bien, el próximo 1 de octubre de este 2024 por decisión de la mayoría de los mexicanos una mujer llega al poder como jefa suprema de nuestra nación, el mayor reconocimiento ganado por este género en México.

Una mujer de convicción y que ahora será situada por la historia como el triunfo por la democracia y la igualdad, en este sentido he de mencionar que la llegada de la Dra. Sheinbaum al poder refleja no solo años, sino décadas por decirlo poco, de luchas que antecedieron mujeres de valía, de liderazgo, de convicción social y de ideas claras y decisivas,

quienes desde su trinchera trabajaron y sobresalieron para dar paso a lo que hoy estamos viviendo en México, muchos nombres en la historia se han escrito al respecto, muchas vidas arrebatadas por los ideales y muchas esperanzas puestas y ahora cristalizadas.

Nuestra presidenta, como parte de la 4T sin duda dará continuidad a los trabajos del primer presidente de la república emanado de MORENA, lo cual será un rasgo característico en su encargo, sin embargo, creo y espero que ella, la mujer que nos abandera tome su rumbo y sello propio para dar forma a la nueva organización en la administración que representará. 

No es sencillo, pero los retos aún son grandes y muy complejos. La seguridad, el más urgente de ello, día a día los mexicanos lo palpamos en cada paso, en cada actividad, en cada conversación todos tenemos una historia que contar, una familia que proteger y una sociedad que sanear, la expectativa es mucha, la necesidad de cambiar esta situación es enorme y la esperanza es lo único que nos queda.

Mucho éxito y que le vaya excelentemente bien a México.

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